El pulido en llantas consiste en el trabajo de dar el efecto del aluminio brillante, acción y el efecto de alisar con una herramienta que gire a gran velocidad.

Este procedimiento le aporta a la llanta ese brillo tan característico de este tipo de acabado comúnmente llamado “espejo”, debido a que la superficie pulida acabada reflejando igual que si fuera un espejo.

Cuando tenemos una cantidad de roces de un tamaño muy profundo, los rellenamos con la aportación de material mediante la soldadura TIG. Se rellenan con aluminio hasta que la cara frontal quede libre de imperfecciones.

 

Ahora, llega el momento del pulido con un disco de paño que frota a gran velocidad y saca brillo a la llanta.En este momento se conseguirá ese acabado pulido tan demandado por los clientes y característico.Para finalizar, se aplica un barniz transparente.Este último paso es el que ayudará a que el resultado sea 100% exitoso.